"LÍNEA SUR"




La revista “LINEASUR” editada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en cada edición invita a participar a un artista. Para la edición número cinco, tuve el gusto de ser el invitado.
La imagen de la portada pertenece a mi libro “Mestre Wilson”
A propósito del mismo les dejo esta nota:
MESTRE WILSON

Es un libro-álbum que lo vengo trabajando desde el año 2011. En sus inicios, comencé a trabajarlo con mi buen amigo Bladimir Trejo, a Bladimir se le ocurrió la idea de hacer un catálogo de obras para el colectivo SESOS CREACIÓN VISUAL al cual pertenecíamos conjuntamente con Mauricio Jácome y Ricardo Novillo, el catálogo iba a hacer en forma de una brocha pero en lugar de las cerdas habría un cuadernillo con todas las ilustraciones que habíamos trabajado a lo largo de los años del colectivo. Todos estuvimos de acuerdo, nos encantó la idea, pero la producción del mismo resultaba muy caro, lo intentamos por medio de una agencia de publicidad pero con iguales resultados “es muy costoso y casi imposible financiarlo…” La brocha catálogo, durmió el sueño de los justos durante meses en un cajón del taller del colectivo.
Después de ese largo encierro, un día la vi y se me ocurrió que esa brocha no podía ser un catálogo, más bien podía ser un libro-álbum para niños, que el personaje de la historia se llamase Wilson y de esa manera poder conseguir un auspicio a los fabricantes de brochas Wilson. Le comenté la idea a Bladimir y le gustó. Papel y lápiz y nos pusimos a trabajar la historia, texto e imágenes con los que fuimos construyendo un pequeño story board… Resumiendo, la historia era la de un caballo llamado Wilson que es pintor de brocha gorda pero su sueño es llegar a ser artista, nos gustó mucho el libro, por lo que decidimos mandarlo a un concurso de libros-álbum, sin ningún resultado positivo… Maestro Wilson nuevamente al cajón.
En el 2011 tuve la oportunidad de viajar a Argentina a realizar un taller de libro-álbum con el editor e ilustrador Istvansch, en el mismo trabajé mi libro “Felini”, además Istvansch, con toda su generosidad, me brindó ciertas pautas con Maestro Wilson, enfatizando que el formato del libro “La brocha” es casi imposible producirlo para un editor.
A mi regreso, continuamos trabajando la historia con Bladimir sin llegar a buen puerto, con las ocupaciones y trabajos del día a día de cada uno era casi imposible volvernos a reunir para trabajar en el mismo, por lo que Maestro Wilson, ¿adivinen a dónde fue? Otra vez al cajón los restantes ocho meses del año 2011.
En el 2012, viajé a Madrid a realizar un máster en álbum infantil ilustrado con la escuela,  i con i. Como soy muy terco y obstinado, retomé el libro Maestro Wilson para trabajarlo en el transcurso del año que duraba el máster. Tuve la suerte de tener a mi lado como guía (mentor) al especialista en LIJ Gustavo Puerta Leisse.
“ Qué el personaje de un libro tenga vida propia, antes, durante y después del libro” Con estas palabras dichas por Gustavo y escritas en piedra por mi parte, comenzamos a destripar al personaje, dejó de ser un caballito para convertirse en una persona que conforme pasaban los días, meses, Wilson iba cobrando vida y entre más vivía más se iba deschavetando, más se iba volviendo loco, . A su vez entre “pérdidas y hallazgos” que iba experimentando en mi vida, fueron apareciendo personajes secundarios, en especial uno, un niño lustrabotas que se metía de a poco, pero con fuerza en la historia y, al cual, entre más lo dibujaba más se iba convirtiendo en pieza clave dentro de la vida de Wilson.
Después dibujé una ciudad en dos pliegos de cartulina para conocer dónde vivía Wilson, la dibujé a regañadientes en su comienzo, tengo que ser sincero, pero conforme iba dibujando casas, calles, barrios, plazas, esa ciudad me iba seduciendo, era como si la conocía de hace tiempo. De esa manera supe donde vive Wilson, donde trabaja, en que paredes pinta sus delirios, en dónde queda la farmacia, licorería, panadería… sabía como es ese barrio donde vive Wilson y dónde queda el barrio aniñado que Wilson no conocerá. Claro, todo esto de la mano, el conocimiento y el látigo implacable de Gustavo.
Después de nueve meses de trabajo, era como tener un rompecabezas de muchas piezas, dibujos, textos, anotaciones, en cuadernos, hojas, blogs; en cajones, sobre mi mesa de trabajo, en las paredes de mi taller-cama y en mi computador un ensayo “ La ciudad como escenario en el arte” que lo había realizado unos meses atrás.

Ahora tenía que armar y hacer encajar todas las piezas del libro por medio de un guión, “la banda sonora”, la cual una estas imágenes secuenciadas página a página.

Recuerdo con mucha gratitud a dos libros con los cuales trabajé y me dieron muchas pautas, “Nudos” La trama de los sentimientos de, R. D. Laing, Marbot ediciones y “Ejercicios de Estilo” Versión y estudio introductorio de Antonio Fernández Ferrer, de Raymond Queneau, Cátedra Ediciones.

Escribí textos desde el punto de vista de Wilson, del personaje secundario (niño), de un crítico de arte, de un periodista (prensa amarilla), realicé ejercicios como y que pasa si hay tres historias, la del niño y la de Wilson, página izquierda la voz del niño, página derecha la voz de Wilson, tanto la una como la otra escritas en diferentes colores, si lees la historia azul la del niño tienes una historia, si lees la roja la de Wilson tienes otra historia y si lees las dos historias, la azul y la roja de corrido, tienes una tercera historia.

Todo este proceso fue apasionante, porque aprendí muchísimo y entre más escribía una historia y otra, iba reconociendo para llegar a conocer a profundidad a los personajes de la historia que estaba creando. Al final me decante por la voz en primera persona, la de Wilson.

Para finalizar cambié el título del libro de “Maestro Wilson” a “Mestre Wilson”, como en el Medioevo, Mestre Leonardo o Mestre Miguel Ángel. Después vinieron los artes finales, los cuales fueron trabajados con tinta china y óleo en cartulina Canzon de 185. grs

Luego llegó la última etapa, la búsqueda de un editor. A Wilson se lo ha censurado mucho por ir desnudo. Que qué dirán los niños y sobre todo las niñas, dicen unos, que si lo visto todo sería más fácil, dicen otros; yo ya no digo nada, por suerte para Wilson, está conversando con una editorial pequeña, independiente, que no le pide “cordura” y saldrá a pintar por todas las calles de Iberoamérica en pelotas el año 2014
 “La locura en bicicleta”.